PARADA DE BUS

Es complicado llegar a estaciones en la vida donde nos evaluamos a nosotros mismos y nuestro desempeño en esta carrera, pues como nuestros propios jueces somos implacables. Además estas estaciones suceden cuando más perdidos nos sentimos y es justamente en este receso en el que debemos elegir el nuevo rumbo o al menos empezar a caminar de nuevo.

Algunas certezas llegan a mi cabeza, que quiero elegir un rumbo no más desde el pensar, tengo la sensación que mi estomago es con lo que debo elegir ahora, desde las entrañas, desde lo arriesgado… nunca he sido arriesgada, siempre he tomado las decisiones correctamente aceptables y es así como estudie una carrera tradicional, pololié seriamente y me busqué un trabajo pues es todo lo que se esperaba de mi, ser un profesional y respetable ser.
Y yo, ¿que espero de mi? ¿que quiero para mi?... siempre he pensado que los músicos y artistas son los únicos que logran ser completamente felices en lo que hacen... quizás me equivoque, como suelo hacerlo, pero veo en ellos la verdadera elección por “el ser”, no por “el deber” y hoy siento ganas de elegir así.

Supongo que estoy probando nuevas formulas, porque las viejas no me dieron resultado… y estoy asustadísima, pues no despreciables 29 años de mi existencia construí lo que hoy soy y sé muy bien como seguir siendo así, mas no se como cambiar y ser arriesgada… quizás nunca lo sea y esta intención muera cuando algo en la vida me traiga de vuelta al “deber ser” desde el mundo del “querer ser”.